lunes, 1 de noviembre de 2010

Una Muestra de Nuestro México Lindo y querido...





Hablar de paisajes agaveros es entrar en el campo donde confluyen la naturaleza y la influencia humana -uno no existiría sin el otro. Aquí, el humano adaptó a la naturaleza para cultivar plantas generosas que nos regalan el tequila mediante un proceso de destilación que combina elementos tradicionales y modernos. Esta simbiosis entre naturaleza y humanos ha traído como consecuencia hermosísimos paisajes sin parangón en otras latitudes del mundo.
Existen paisajes agaveros en varios estados de la República Mexicana, pero no se pueden comparar con la belleza de los que vemos en Jalisco, donde el color de la tierra armoniza y contrasta a la vez con el color del agave azul, el agave tequilero.
Dentro del estado de Jalisco hay regiones tapizadas de agave azul, y la más distintiva de todas es la llamada "ruta del tequila", que tiene a la población de Tequila como epicentro. Es una ruta donde no sólo se pueden observar los paisajes agaveros desde la distancia, sino que es posible caminar entre ellos, ya sea para conocer de cerca el proceso inicial del cultivo de esta planta, para llegar a sitios arqueológicos legados por la extinta cultura de los guachimontones o para hacer un turismo de aventura o ecoturismo por los rumbos del volcán de Tequila, cuya altitud sobrepasa los 2 900 metros sobre el nivel del mar y desde su cima la vista de los paisajes agaveros es en verdad impresionante.



La popularidad de la historia y en el mundo de la bebida ha llevado a la ciudad de Tequila y los vastos campos de agave que lo rodean a ser declarada Patrimonio de la Humanidad. Abarca 34.658 hectáreas entre el pie del Volcán Tequila y el valle del Río Grande, que se cubre en los campos de agave azul. Desde hace más de 2.000 años, esta planta ha sido utilizada para elaborar bebidas fermentadas y tela y desde el siglo 16 se ha utilizado para hacer el licor destilado con el nombre de Tequila. Tanto la bebida y la cultura asociada con lo que se ha convertido en absorbidos por la identidad mexicana. Dentro de estos campos son los municipios de Tequila, Arenal , Amatitlán y Teuchitlán con grandes instalaciones de producción de tequila. Este sitio contiene un inventario de los campos, las destilerías y fábricas (activos e inactivos), así como "tabernas" (instalaciones ilegales de tequila en la época colonial), las ciudades y los sitios arqueológicos de Teuchitlán. Muchos de los que hacen instalaciones, el tequila se encuentran en las grandes haciendas que se remontan hasta el siglo 18. La mayoría de las destilerías y haciendas son de ladrillo y adobe, las paredes de estuco con un color ocre de cal-lavado, arcos de piedra, cuñas y marcos de ventanas.


Aquí les dejo algunas imágenes acerca de los paisajes agaveros espero que les guste...